SieTe

Quiebra aquellas dos líneas negras
que se arquean bajo las sombras acuosas
del insomnio voraz.
Deja las aureolas guardadas
bajo las huellas de los zapatos
y pinta de añil la sed y el hambre.

Sostén el escenario
antes que las cenizas actúen
al compás de tu destierro intermedio.

Corre, león de mares rojos.
Corre, águila de montañas rosas.

Cooorreee…

Foto: run away de _janin /flickr.com

Sé-is

Tu sonrisa
muerde lentamente
al hado que cruza imparable
por el rastro de lo repentino,
haciendo transparentes
los espejos fenicios.

Cómo no desear
el rose con tus hombros
y las cataratas
que viertes
desde el bajo vientre
al suelo sin señuelo.
Para poder robarle
besos estelares
a la corriente que lleva
la lluvia al oriente
sólo se necesita
darle lumbre a la sombra
proyectada por
la puerta de tus brazos.