Olas gigantes
Cuando necesité más de ti
me eché a dormir en el advenir,
donde el norte eclíptico existe hasta hoy.
Olas gigantes
llevando mis ojos palpitantes
hasta el claro
de los tuyos.
Detrás de tus hombros tatuados de guarismos
sollocé en la azulada pasión marchita
y me deshice al caer en el absoluto desnudo.
Olas gigantes
llevando mis pies errantes
hasta los zapatos tuyos
entre las amenazadoras corrientes de polvo.
Quebrado y exánime en plena vereda,
el sueño furtivo se hizo pesadilla negra y vacía
después no pude circundar la orilla plana.
Olas gigantes
llevando mi voz intermitente
hasta la sinfonía del cielo,
tuyo es aquel sonido hermoso, amor.
Engañaba a los estrépitos sigilosos
sin percatarnos que venía
cierta distancia embustera.
Olas gigantes
llevando mi sonrisa granate
hasta el vientre tuyo
luego el alba renace en el calor y sudor.
Herido por las manecillas del reloj
creyendo en espías secretos
ocultándose debajo de la oscuridad del mar.
Olas gigantes
llevando mi esencia insurgente
hasta lo boreal del universo,
donde tú, ángel del desconsuelo y el dolor,
envías cierzos venenosos hasta mi corazón.
Un buen mal sueño
Hace 14 años.