La luna rojiza se aparta de las nubes
luego susurra a las luces desvanecerse
para que nuestros lábiles cuerpos
se sumergen entre las sofocantes sábanas rojas
de sangre y cálida obsesión.

Desplegando como el movimiento de las mariposas
nuestros deseos se hacer en vapor
entre los destellos de placer
con tu trémula piel
y mi grácil movimiento
llevándonos hasta la ignición
de dulzura y sueños de provocación,
agitándonos como ramas en ardor,
cada vez más,
soltando las hojas en la incandescencia
liándose entre tus cabellos
y la sed por una tórrida sensación
de encima nos va quitando
la amargura y la soledad
para gozar de la velocidad
de los eufóricos rayos de luz
recostándose sobre el cielo y el mar,
y vamos más allá de simples rozamientos
formando caminos de seducción y pasión
como la miel discurre sobre tus pechos
y tu sudor sobre mi ombligo
llenando el vacío con fuego y color
del súbito paroxismo
revolucionando el sabor del fervor
empañando nuestros ojos
que ahora van descansando
como nuestros cuerpos llenos de calor.
