Regicidio

La batalla de San Romano de Paolo Uccello

Techos de lluvia reservada,
llamando a la calamidad
todas las veces que la corona
empalidezca de versos
y no hayan siervos para mandar.

Despidos a la altura de la gran torre
entre pañuelos cruentos
y escudos penetrados
por los subterfugios del futuro.

Todo ha de verse resquebrajado
como las sombras rotas
bajo la líne lucífera de mi historia
que se apaga.

Que se apaga.

Que se apaga.

Que se apaga
al final de interregno.

4 comentaron:

Ángel Fondo dijo...

Todas las historias acaban en un apagón, a partir de él nace y crece una nueva, y esa sigue forjando el círculo continuado de la historia universal.
Qué es la historia sino una partícula del tiempo disipándose en si misma y esperando un final en el olvido.

Saludos, amigo.

Recomenzar dijo...

Vengo a través de robin..me ha encantado tu espacio Sigue escribiendo...

Anónimo dijo...

Para bien o para mal, todo se apaga, compañero, todo se termina. Lo importante por eso es dejar huella. Así que, espero que el viento no te borre nunca del todo. Un fuerte abrazo, amigo.

Sol dijo...

' que se apaga, que se apaga...'

Me gusta.