La corona y el tiempo

Marcas de dientes dorados
acompañan a las alas
sobre sus hombros agrietados.

La levadura arremolinada
señala el signo que le dejó
el pavor de las coronas.

Y por el camino
pequeñas rayas escarlata
bañan su lamento
al trono perdido.

Mientras por detrás

el tropel renuente
guijarros lanza
para combatirle al dolor.

Pero la capa ha de gastarse

si una reina ha sembrado en él
el olvido de ser.


¿Por qué dejar el torreón?

Allá, el alba para recoger huesos,
beber de la tierra
y comer del mar
aunque los siervos no perdonen.

Y los feudos se levanten
con espejos y aviones explosivos
a la par de las divisiones
y sus pies cansados.
Foto: King of sorrow de Sand Man / Flickr.com

8 comentaron:

Anónimo dijo...

Fuerte,pero hermoso, suave , pero persistente . De verdad me gustó .

Te dejo un abrazo y un sentimiento .

Anónimo dijo...

Me gusta el nuevo decorado, el escenario que creaste, pero como siempre, lo más valioso es la obra, tus palabras. Un abrazo, amigo.

Anónimo dijo...

Espero tu nuevo derroche de talento. Mientras tanto, te dejo un cariñoso abrazo. Cuídate mucho, estimado, como tú dices. Je, je, je. Hasta pronto.

Anónimo dijo...

Pasaba por aquí buscando novedades. Espero que estés bien. Un abrazo.

Ángel Fondo dijo...

Saludos, amigo mío.
Veo que sigues en buena forma y con esa fuerza que caracteriza tu poesía. La combinación de esa fuerza y tus palabras buscan nuevos significados, rompen el horizonte próximo, se dejan arrastrar por tu mente, vuelan libres.

Anónimo dijo...

Pasaba de nuevo por aquí. ¿Dónde están tus musas? Dales caña, niño y que vuelvan pronto. Un abrazo.

Tony dijo...

Les di Pisco sour y volvieron.

Gracias por sus comentarios.

Guillermo Aldaya dijo...

Estuve por acá. Éxitos!