Efebo Rey silente

Cuáles sendas abriría
para apaciguar la brava
lascividad del mecanismo
furtivo.

Si un retén pigmentado
con las fiebres del tiempo
se transforma en la gran muralla
de cantos pensantes
y recuerdos ominosos.

Y como gotas parlantes, a los veinte,
navegando en garúa bergante
voy hacia el torreón
del efebo Rey silente.
Foto: two boys, crown, new orleans, 2001 de Saint Roch / Flickr.com

5 comentaron:

Anónimo dijo...

Me alegra mucho leerte de nuevo. Que no duren tanto las ausencias. Un abrazo y confío en que vaya todo bien al otro lado. Cuídate, compañero.

Anónimo dijo...

Te vas y vuelves como las mareas, con más y más fuerza, siempre es un placer leerte y esto último no tiene desperdicio .

Te dejo un abrazo y un sentimiento.

Anónimo dijo...

¿Cómo van las cosas en Nunca Jamás? Si te hace falta una espada, ya sabes que yo tengo la mía de madera para lo que te haga falta. Un abrazo, compañero y vuelve a escribir. Lo haces muy bien. Hasta pronto.

Anónimo dijo...

Un abrazo. Espero tu vuelta. Gracias por dar señales de vida. Cuídate, amigo.

Tony dijo...

Gracias Alatriste y Mr. Bonkei.