El día de su caza en otro

Escalones rozados
por sus rodillas rasmilladas
lentamente en rojo
ha de gotear su sangre ámbar

Decadente aparenta
contra las peroratas del perro
aunque ya no beba ni coma
con paciencia le ha de corroer el pecho

Dureza fría
persiste contra un lamento
dirigido desde su escopeta
el día de su caza en otro.

Sube en reflejos
paralelamente ficticios como la sal
hecha en polvos
tradicionales en su dolor parietal.

Debilidad ponzoñosa
que arremeten sus letras e hilos
hacia abajo, en furtiva estrategia
pueril.
Fo_to: dark eyes de N. Rissmann Photography / Flick.com

6 comentaron:

Sayuri dijo...

Como me alegra volver a leerte, ¿Por qué eses cambio de nombre?
Ya me lo contaras mi niño del otro lado.
Un beso dulce

Tony dijo...

Vituperado estoy de todo.. hasta en mis propias reglas de convivencia con la unidad de forma y físico. Te envié un mensaje del otro lado.

Gracias, Sayuri yaciente en velos rojos.

Ángel Fondo dijo...

Qué brebaje de letras sorprendentes, danzando locas, dando caza unas a otras, despidiendo las esquinas de cada oración con lamentos de paja, rumiando frases madrugadoras, siendo todo en el ensueño…

Saludos mediterráneos.

Anónimo dijo...

Vuelvo a visitarte,y al amarrar de nuevo en tu caleta,encuentro versos nuevos,como nuevos mares y me entusiasman.
Saludos.

Tony dijo...

Robin: Me has maravillado...

mr bonkei: Como nuevos ideales y formas de adaptar la vida para seguir vivos cantando: ¡¡shiny happy people!!

Rogger Brito R. dijo...

uN TEXTO COMO EL TUYO ERA LO QUE ESTABA BUSCANDO LEER